jueves, 22 de enero de 2015

Strudel de manzana

PARA LOS AMANTES DE LA MANZANA REINETA


Parece que me he propuesto dar a conocer la repostería que se elabora por todo el mundo  (pensándolo bien...es una idea ESTUPENDA !, que debo desarrollar ).

 
En esta ocasión voy a presentaros una receta típica de Austria y del sur de Alemania: el APFELSTRUDEL, como mi conocimiento del alemán se reduce a cuatro frases lo traduciremos al inglés APPLE STRUDEL, o Strudel de manzana.
Para ser rigurosos y que no se me enfanden los puristas, os diré que es "mi versión del Apple Strudel", aunque no difiere en exceso del original.  Yo defiendo, el que cada cual experimente con las recetas y las adapte a sus gustos, ¿Cómo si no podría haber logrado mis recetas sin huevo?...pues probando y probando. Y eso es lo que me pasa con esta, que después de hacerla en repetidas ocasiones con distintos tipos de masas, al final, mi Tribunal Supremo (mi marido y mis tres hijos) opinan que como está más rico es con masa de hojaldre.

 
La versión a lo Dulces Cucharadas de este postre tan agradable, se compone de masa de hojaldre, manzanas reineta, azúcar moreno, canela,  mantequilla, pasas y nueces. Los ingredientes son muy sencillos y es en ellos donde más notamos sus orígenes árabes, lo digo por la utilización de los frutos secos y la canela.  Esta receta habría llegado hasta Austria por medio de los soldados del Imperio Otomano,  tras la conquista de Bizancio. Finalmente se habría expandido por todo el Imperio Austrohúngaro.  
La utilización de la manzana reineta es un valor seguro en repostería, es superagradecida, sobretodo para recetas que impliquen cocción, ya que es muy carnosa y ella misma va soltando agua y azúcar al tiempo que tiene un pequeño toque ácido.

 
La receta básicamente consiste en elaborar el relleno con la manzana, el azúcar, la canela, las pasas de corinto sin pepitas, y las nueces mezclándolo todo muy bien. Posteriormente untaremos un poco de mantequilla en el hojaldre y lo rellenaremos con la mezcla. Por último sellaremos los bordes y lo intoduciremos en el horno.
Para darle el toque final, hay que espolvorearlo con azúcar glass.
En Austria y Alemania, suelen presentarlo con una salsa de vainilla, pero en mi opinión no es necesario, ya que la mezcla de los ingredientes es tan espectacular al gusto , que hay que saborearla tal cual.
Me vais a permitir que dedique esta receta a Georg, nuestro primo alemán,  porque no puede tener Alemania un embajador mejor. Con todo nuestro cariño.

GUTEN APPETIT  (Buen provecho)
BIS BALD  (Hasta pronto)

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